Gracias siempre por la complicidad, primero de mi padre y siempre de mi Compañero de Viaje.
“Gliptodón, el tragón” © es una de las tantas historias hechas a cachitos, mientras esperábamos a mi mamá regresar al coche con el pan calientito. Muchos años después, fue una sorpresa descubrir a Gliptodón en una mancha de chapopote y darme cuenta, simplemente, de que era él. Para mi sorpresa las únicas 2 personas que también conocían la historia (mi papá y mi hermana), en cuanto lo vieron ¡lo reconocieron…! Es increíble como los personajes que guardas en el corazón simplemente aparecen a la vuelta de la esquina.
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