Debo comenzar puntualizando que no creo en descubrir el hilo negro de nada sino más bien en la observación, replanteación y reformulación de elementos; siendo diseñador abordo toda ilustración de una forma ecléctica similar al modo en que lo haría un director de cine quien dependiendo del mensaje que quiera transmitir selecciona los ingredientes idóneos para el mismo: la locación, iluminación, tono, estilo y personajes.
Creo en que para ser una estrella hay que seguir los pasos de una y apoyo abiertamente el método de las escuelas clásicas que practican el ejercicio de imitar para asimilar, por lo que en un ejercicio auto-impuesto busco concientemente maestros o influencias que seguir, que me permitan traspasar mis límites y desparecerme o desdibujarme de mi mismo para asimilar lo que otro hace. El mismo Picasso replicaba a Rembrandt y Goya hasta apropiarse de su realismo, que una vez conquistado pudo empezar a desaprender para acabar planteando el cubismo. Otro ejemplo son los animadores de Disney, específicamente los de Lilo & Stitch, quienes abiertamente confesaron que cuando tenían problemas con las actitudes o movimientos de sus personajes humildemente reconocían que había quien ya lo había resuelto antes y probablemente mejor por lo que acudían a ver como lo habían hecho otros colegas en Bambi y trasladaban dichos movimientos a su película.
Lo anterior viene a colación porque desde hace un rato en trabajos de índole personal vengo imitando concientemente el estilo del autor Benjamín Lacombe; así como el de Rebecca Dautremer y el del mismo Gabriel Pacheco fusionando los descubrimientos que encuentro en sus obras, (mismas que me parecen excepcionales) como un ejercicio de exploración.
Mi intención nunca fue ocultar su marcada influencia en estas imágenes o la emulación que con todo propósito hago de su trabajo (dicen que la más sincera muestra de adulación es la imitación); nada hubiera sido más fácil que disfrazarlos con una peluca u otra vestimenta sino más bien ocuparlos de pretexto o como motivo para desarrollar otras cosas que pudieran quedar emparentadas, como quien toma la receta de la abuela y decide que podría agregarle un poco de clavo y quizás alguna que otra especie exótica y finalmente acaba siendo sopa de lo mismo, pero con su receta especial, (supongo será por eso que hay tantas formas de cocinar lo mismo y cada restaurant tiene su receta especial).
Volviendo al proceso ocupé intencionalmente personajes similiares a los citados porque en mi “casting” contaban con los ingredientes que me permitían transmitir y explorar lo que me proponía. Sin embargo me preocupa en sobre manera que pudiera ser interpretado como un plagio que busca un camino fácil y a falta de una idea propia se adueña de otra ajena. Nada más lejos de la realidad pues cada una de estas imágenes partió de un tema y mensaje así como de su propio desarrollo creativo, del cual concientemente derivó la selección y desarrollo de cada ingrediente y personaje así como de su tono, estilo y ambiente. Se trabajó desde varias ideas y opciones de bocetos, teniendo a la mano las referencias siempre presentes de los autores citados para reinterpretarlas buscando un aire de familiaridad, pero en ningún momento con la intención de tomar su trabajo original y manipularlo para hacerlo pasar por nuestro; por lo que en un justo reconocimiento hemos colocado la leyenda de: Basado en… Inspirado en… como un justo Homenaje a los autores citados.
David Silva
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